Oh, sin Dios y sin permiso y a falta de paraíso ya, ya tengo mi religión,
con unos cuantos apóstoles más que lo mismo que yo de rendidos están
al misterio que aquí se predica al cantar y siguiendo a la Osa del Sur, mi estrella polar.
Y guiándome a solas, por la luz cegadora de San Sebastián, el eterno perfume de su bajamar y el azul y amarillo de la claridad.
Desde un país imposible, igual que un profeta, con este nuevo evangelio de música y letra
vengo buscando la Meca de tu carnaval.
Por el mundo voy caminando como un peregrino llevo toda la vida, siempre por el margen y pisando los charcos, llegando a la verdad por direcciones prohibidas.
Y con mi bastón y mi canción de amor, de carnaval tengo tanto cielo y tanta fe
que siento de cerca la eternidad.
Mi carnaval, mi carnaval, mi carnaval.
No busques vírgenes ni ángeles que no hay que mi religión es tan profana y tan real
que en esta Meca de los peregrinos de Cai las calles son su catedral.
Y una catedral en la que no hace falta cúpula, se queda cuando el Sol se va
de centinela la Luna y el único mandamiento es cantar por carnaval; el único sacramento,
tirarse desde el puente ca...
Por el mundo voy caminando como un peregrino llevo toda la vida siempre por el margen y pisando los charcos, llegando a la verdad por direcciones prohibidas.
Si el corazón peregrino, tu corazón de canalla de pronto sientes que estalla,has encontrado el camino, has encontrado el camino que lleva a la salvación,
el caminito del Falla,
el caminito del Falla,
el caminito del Falla,
el caminito del Falla.
Presentación Los Peregrinos
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