Cuando este teatro se queda vacío salgo de mi escondite como siempre ha sido y rebusco y rebusco entre sus bambalinas pa coger las cositas que aquí con los nervios la gente se olvida y poquito a poquito cojo todo lo que veo y poquito a poquito ya tengo un museo...
Cuando este teatro se queda vacío voy al patio butaca como siempre ha sido por que las noches allí nunca tienen desperdicio me revuelco en su alfombra y me paso las horas contemplando el paraíso...
Cuando el teatro se queda vacío es cuando siento que es mio se mueven y aparecen por todos lados unos duendes muy traviesos y descarados del color de sus cortinas, su telón para andar camuflado del color de sus ladrillos sus ladrillos colorados cuando este teatro se queda vacío y pienso en mi amada siento escalofrios me siento en sus ventanales y mirando las estrellas hecho de meno sus besos y recuerdo las noches que he pasado junto a ella...
Cuando el teatro se queda vacío es cuando siento que es mio se mueven y aparecen por todos lados unos duendes mu traviesos y descaraos del color de sus cortinas, su telón, para andar camuflaos, del color de sus ladrillos, sus ladrillos coloraos.
Y coloraos, porque en Cádiz lo rojo es colorao, aún sigo aquí escondío y apalancao, imagino la de secreto que hemos guardao, pa poner a más de uno colorao. El teatro tiene vida, el teatro ha despertao y lo habitan unos duendes…
¡los duendes coloraos!
¡los duendes coloraos!
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